viernes, 3 de octubre de 2014

El Filósofo

el soñador

El pensador
García Morente (en Fco Romero, introducción al libro de Max Scheler, el puesto del hombre en el cosmos) nos ha legado las tres actitudes del filósofo: la del que está sumido en un vago ensueño,el que piensa y medita profundamente, y el que medita en solidaridad y diálogo. ¿Quién es el filósofo? Un solitario que quiere comunicar. Un  meditabundo que busca al otro pero que no puede (o no quiere) salir de sí mismo. Alguien que se preocupa por el otro pero salvando su alma. Un traidor, un cobarde, un ignorante. 
    La tradición de la filosofía occidental nos ha transmitido otra imagen del filósofo. Sócrates, Tomás de Aquino, Descartes, Kant, etc ejemplos de vida dedicada al estudio y el sentido común. Personalidades fuertes, seguras, con un camino claro y trazado del que nada les desvía, ajenos a las tentaciones del mundo, solitarios retirados del mundanal ruido, soldados de la palabra. Pero, ¿quién es el filósofo? ¿es como lo pinta la tradición? Filósofo es el que piensa, ¿qué es pensar? Pensar es leer, meditar y soñar. La suma de esas tres actitudes de las que hablara Morente. Lee porque es un ignorante y lo sabe, medita porque le preocupa el hombre, todos los hombres, incluso él mismo y sueña en una vida mejor. Por ello es un traidor a la realidad, un cobarde de enfrentarse y vivir una realidad que no le gusta, un ignorante que no entiende porque la realidad es como es y no puede ser de otra manera.
El lector

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